Plaza de Toros de El Puerto de Santa María, Ruedos con Historia
Serie de 20 capítulos, que realiza un recorrido por una selección de plazas de toda la geografía taurina: España, Francia, Portugal, México y Perú.
Las plazas de toros son, en muchos casos, obras de arte arquitectónicas. En algunos casos, como los cosos de Nimes y Arles, son coliseos y anfiteatros romanos habilitados posteriormente como plazas de toros. En otros casos, fueron construidos ex profeso para albergar espectáculos taurinos. Plazas como las de Las Ventas, de Madrid; la Maestranza, de Sevilla; la de Campo Pequeño, de Lisboa, o la de Ronda(Málaga), por citar algunas, son verdaderas obras de arte que pueden ser contempladas desde el interés que despierta su arquitectura.
Andres Recena
Juncal
Toros Y Caballos "JUNCAL"
Plaza de Toros de El Puerto de Santa Maria
Forma la planta un polígono regular de sesenta lados, con un diámetro de 99,80 metros, ocupando esta superficie una galería exterior de 3,80 metros de ancho; otra segunda galería de igual dimensión, en que están emplazados los palcos y gradas cubiertas, y otra tercera zona, en la que están colocadas las dieciséis filas de gradería que constituyen los tendidos.
La superficie interior restante está empleada en el redondel o arena, de 60 metros de diámetro, y en el callejón de barrera, de dos metros de anchura. En su elevación consta el edificio de tres pisos, destinados: el primero, a los asientos de tendido; el segundo, al palco presidencial, palcos particulares y gradas cubiertas, y el tercero, un palco regio, palcos particulares y gradas cubiertas. Hacia la parte del Sur tiene un pabellón saliente, semejante al de la plaza de Madrid, de 15 metros de longitud y 5,15 de resalto, en cuyo centro se halla situada la puerta principal, que da acceso al departamento del conserje, guadarnés, almacenes y escaleras que se dirigen a los palcos regios, del Ayuntamiento y particulares: el número de pisos de este pabellón es el mismo que el del resto del edificio, y en principal y segundo están situados los salones del Consejo de la Compañía; y otro de descanso para las autoridades, todos con admirables vistas a la preciosa campiña y al mar.
En dirección al Oeste, y adosados al edificio, están los corrales para el ganado, de 27 metros de longitud y 7 de latitud, que comunican por tres grandes puertas con la sala de apartado que da paso a las doce jaulas de 2,50 metros de largo por 1,80 metros de ancho, formando cada seis un departamento con puertas independientes al coso. Sobre estos toriles está emplazado un palco para la diputación de fiestas, ganaderos y servicios de la plaza: flanquean este departamento dos grandes puertas, que conducen: la de la izquierda, a la sala de diestros, capilla y enfermería, y la de la derecha comunica con las cuadras, capaces para 40 caballos; todo esto, acondicionado de tal modo, que las comunicaciones se hacen con perfecta regularidad, tanto por fuera como por dentro de dichas dependencias.
Se cuentan quince puertas de salida, de cuatro metros de ancho cada una, y son: la puerta principal, cuatro generales de entrada, y diez que corresponden a otros tantos vomitorios o escotillones, que dan ingreso a los tendidos.
Corre por debajo de la bóveda una amplia galería de tránsito, con los correspondientes jardines y urinarios, y contiene además la planta baja once locales para bodegas o almacenes, de 140 metros cuadrados cada uno, sin comunicación entre sí ni con el interior de la plaza.
El edificio resulta cimentado sobre tres coronas poligonales combinadas con muros en sentido de los radios de circo, sobre los cuales descansan bóvedas de cañón en las dos galerías exteriores, enlazadas con otras cónicos en rampa, que terminan en un arco por tranquil, dando lugar estas dos últimas construcciones al emplazamiento de los tendidos que son de piedra palomera.
Sobre la cimentación exterior se halla colocado en fachada un zócalo de piedra, de la sierra de San Cristóbal, de 1,20 metros de altura y desde esta altura hasta su coronación aparece el muro construido de fábrica de ladrillo, prensado en limpio, decorado por medio de resaltos del mismo material en pilastrones, arcos impostas y multitud de alicatados, que con un friso de azulejos y antepechos de brillantes colores, con atributos M toreo y las armas de la ciudad, constituyen el adorno de dicha fachada, en la que hay practicados, para iluminar y ventilar las galerías, 360 huecos de medio punto, que dan a la plaza una perspectiva sumamente ligera y variada.
Los muros interiores están construidos de mampostería, con piedra sillería en los ángulos, jambas y cerramientos, y reforzados con pilares de ladrillos; el arco interior de la plaza resulta formado por 122 columnas de hierro fundido, distribuidas en los dos pisos y enlazadas entre sí por vigas armadas de hierro laminado; las barandilla son de hierro de T con adornos de fundición; y aunque no obedece a un orden arquitectónico fijo, su ornamentación es el resultado de sus materiales, que constituyen un todo armónico, modelo de esbeltez y elegancia.
La capacidad de la plaza es de 12.186 personas, ocupando cada una medio metro».
Otra de las peculiaridades de la historia taurina de El Puerto de Santa Maria, son los festejos a plaza partida; para aquellos que desconozcan esta modalidad, le diremos que se trata de dividir la plaza transversalmente y efectuar festejos a ambos lados.
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